martes, 1 de marzo de 2011

Estos son tus primeros días en el jardín…
Te aferras con más fuerza a la mano de mamá
buscando seguridad, cercanía, familiaridad,
en este espacio desconocido.
Detenes tus ojitos en otras miradas tan asustadas como la tuya, otras manos también unidas a su mamá.
Llega el momento de caminar hacia la salita,
donde yo te espero con mi mejor sonrisa,
con mis ganas de conocerte. Nos miramos,
somos dos extraños pero algo sentimos, muy adentro nuestro, que nos dice que este va a ser un tiempo de amistades nuevas y un tiempo para conocernos.
Por eso mami,  papi,  no suelten su mano  pero respeten su tiempo, sus lagrimitas en estos primeros días, el aferrarse con fuerza y el no querer quedarse.
Regálense tiempo, el que los dos necesitamos para conocernos, porque después el me necesitara y yo lo buscare.
En este espacio ya no tan extraño tendremos necesidad uno del otro. Y cuando esto ocurra no se inquieten, no van a perder el amor de su hijo, sólo va a crecer…